África, África eres tú

Ngorongoro, Serengeti, Zanzibar, Kilimanjaro, Dar es Salaam, Arusha, masais y cabras resuenan en mi cabeza como un mantra. Jirafas, elefantes, hipopótamos, leonas, simbas, pumbas, cebras, monos, ñus, leños, baobas, guepardos devorándo gacelas, y la cámara engulléndolo todo, son no-recuerdos de un viaje sentimental al corazón del África negra. Livingstone estaría orgulloso, supongo, de ver como su memoria perdura, y sus hazañas son emuladas en autobuses japoneses cuyo funcionamiento se rige por las más despiadadas leyes de la probabilidad.

Que los colores de la bandera sean verde, azul, amarillo y negro no puede ser una casualidad. Verde sabana, inmensa y sobrecogedora. Azul cielo, vasto manto que todo lo cubre, y que se confunde con el agua en las playas de Zanzibar. Amarillo sol, que nace y muere como si fuera el primer y último día de la humanidad. Negra piel de la gente que fue la primera en pisar la tierra; igual de negra que los que tuvieron que salir en un peregrinaje forzoso y cruel. Y, se podría añadir también el blanco sonrisa, aunque se podría confundir con otro blanco más desagradable.

Gracias a las fotos del GIS, Tanzania está en orden de busca y captura.

Kwaheri ya kuonana